1.- Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
2.- Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
3.- Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
4.- Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
5.- Reparto de los folios para el examen ("¡¿Cinco Folios?!" dicen algunos)
6.- Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas" dicen algunos infelices).
7.- Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño los muy cabrones.
8.- Carcajada histérica.
9.- Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
10.- Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se puede contestar ni a la mitad de las cuestiones.
11.- Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que tú).
12.- Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que está feo entregar el examen tras solo diez minutos).
13.- Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
14.- Fase de cachondeo nervioso post-examen.
15.- Fase de exclamación de palabras soeces ("Me han follao"... y alusiones a la bandera de Japón.)
16.- Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas, o mucho peor: todos coinciden menos tú. {-Típico-}).
17.- Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
18.- Fase de declaración de principios: "Ya no voy más a... (Macroeconomia, Derecho, Algebra...)"
19.- Fase de negación ("¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen")
20.- Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla: "Necesito pegar a alguien"