Una pareja de ancianos fue a un abogado para iniciar los trámites de divorcio. El abogado, al verlos tan mayores quiso reconciliarlos, y les preguntó:
-¿No hay otra manera de arreglar esto?
La vieja, con muy mal genio, dijo, moviendo la cabeza a un lado y a otro:
- No hay más remedio
El abogado insistió:
- Bueno, pero se puede ver la fórmula…
La vieja otra vez, moviendo la cabeza:
- No hay más remedio…
El abogado:
- Pero yo creo que con los mayores que son se podría ver la forma de…
Esta vez fue el marido el quien intervino:
- Sr.Abogado, ¿cuántos polvos cree Vd. que puedo yo echar al año?
- Hombre, con lo mayor que es Vd., unos 85 años, y la salud que no veo que sea muy buena, me parece que uno al año.
- Sí, Señor. -replicó el viejo - un polvo al año.¡Y LA TONTA ESTA QUIERE QUE SE LO ECHE A ELLA!