Van en un vagón de tren una gorda fea, una rubia guapísima, un catalán y un madrileño. De repente, el tren se mete en un túnel y se queda el vagón a oscuras; entonces se oye un guantazo enorme PLASSS!, el tren pasa el túnel y vuelve la luz.
Los cuatro pasajeros se quedan pensando en lo que ha podido ocurrir.
La gorda piensa: "seguro que el madrileño le ha metido mano a la rubia, la rubia se ha mosqueado y le ha dado un guantazo.
La rubia piensa: "seguro que el madrileño ha intentado meterme mano, se ha equivocado y la gorda le ha metido una hostia".
El catalán piensa: "seguro que el madrileño le ha metido mano a la rubia, la rubia se ha equivocado y me ha dado la hostia a mi".
El madrileño piensa: "a ver si llega otro túnel y le meto otra hostia al catalán".