En aquel preciso instante, el bilbaíno Iñaki Skywalker subió a la"Txapela Milenaria" dirigiéndose al encuentro de Yoda. Al aterrizar en el planeta pantanoso se encontró de bruces con el maestro Jedi.
- ¿Eres tu Yoda, el Jedi que enseña judo?, pues..
- ¿Y tu, otro aspirante a Jedi?
- "Aibalahostia", pos no es mala idea, dime cómo pues..., pequeñín
- Te lo diré, pero antes de nada tendrás que medir tus fuerzas con los imperiales. Tienes que ir a la "Estrella de la Muerte" y matar 2000 soldados imperiales.... Para hacerlo te facilitaré este sable láser...
- ¿2000 imperiales dices? es lo que desayuno todos los días, hostia!
Dicho esto, Iñaki Skywalker no dudó un instante y echándole más huevos que Arguiñano a una tortilla, se encaminó a la "Estrella de la Muerte".
Acto seguido, aparcó la "Txapela Milenaria" en el muelle principal, en doble fila (para desmoralizar a Lord Vader), sacó el sable láser que le cedió Yoda y empezó a cargarse imperiales a ritmo frenético.
En eso que cuando iba por los 5.786 soldados imperiales caídos en acto de servicio...
- "¡Joder, qué aburrimiento, hosti!" ¡yo me voy!
Ya de vuelta con Yoda, Iñaki Skywalker le dijo...
- Oye mira, que me he cargado 5.786 imperiales, si mis cuentas no fallan, y que es un aburrimiento, el sable láser será una tradición, pero es muy lento matando, pues lo llego a saber y traigo mi hacha del planeta Atrivis.
- ¡Nooo, sable láser ser arma potente! -en esto que la enciende-
- "¡Aibalahostia!, ¡si luce y todo...!"